Los jugadores se enfrascarán en una trepidante aventura hasta los inexplorados confines de Tierra Media en un barco -de manufactura gnoma y gracias a una poderosa piedra mágica- que puede ir surcando los cielos; y con una tripulación experimentada. Los inconvenientes son que esa poderosa piedra debe recargarse siempre que haya luna, con lo que tienen que descender a tierra todas las noches con algo de luna. Así, cuando está descargada, y más allá de las tierras conocidas, los peligros y los monstruos a los que se expone la expedición son innumerables e impredecibles, sobretodo cuando se oculta Arien. Así como la complejidad que implica cazar monstruos y criaturas sin poder matarlos o herirlos demasiado. Lo desconocido y hostil de la zona en la que se adentran también es un problema a tener en cuenta. ¡Encuentros inumerables!

El primero de mis guiones medianamente serio y currado, y escrito en un cuaderno de apuntes. Podría ser perfectamente la segunda parte del guión El Laberinto de Linhir (aunque -casi- nada tiene que ver ^^). Como destacable, mencionar la muerte de Siryu, el primer personaje de mi primo Gonzalo.

Nótese que dado que la ubicación del Laberinto de Linhir está pendiente de cambio/mejora, también habría que realizar los oportunos cambios en este guión.

Silsilesi, Siryu, Ragnor y Sansón. Desgraciadamente, Siryu, el enano, murió. En su lugar entró Seyín.

Noble dueño del Laberinto de Linhir. Y los compañeros de periplo.

Hombres -haradrim del norte y del sur en su mayoría- y medio orcos. Un Anapheg, itikar, un terrible Lekhor, transfigurante, Zagothal, Arañas Taan, limazas venenosas, un Hactaraton, ghagrims, Xlorgs, dhorgaans, pitón plateada. Etc.

Aunque de idea y desarrollo original, las criaturas están basadas en los Libro-Juegos de la saga Lobo Solitario.