Una niña de naturaleza no humana, perteneciente a una raza compuesta únicamente de niños caníbales y demoníacos. Gobernados por la torre inclinada de Tchor`torod, en una isla perdida y maldita allende los mares. Ta, a diferencia del resto, era buena, y deseaba huir de la torre, a la que en su propia lengua llamaba tutumba. Y que acompañó a los futuros Vizcondes de Lámenir en el periplo que acabaría liberando a Qüxu-Qüom, Señor de los ofidios.
Nótese que esta descripción es general, pero también puede ser modificada por el resultado de la partida jugada. El master de turno debe obviar lo segundo.