- El Arzobispo (19), es el líder de los Siete Sacrílegos. Es un nigromante e inmortal. Criatura trastornada, pervertida, viciosa y sin rastro de empatía.
- El Maestro (16) -brujo-, segundo de los Siete. Se encargaba de la zona de Tharbad. Le gusta vestir de forma barroca, como en la época de esplendor de la isla de Númenor.
- El Arquero (15) -Arquero/guerrero-, una criatura imponente, cuyo tronco y cabeza son de demonio astado y su cuerpo reptilesco, con seis grandes patas.
- El Centurión (12) -guerrero-, aunque de demoniaca naturaleza, no alcanza en maldad al resto de miembros de tan sacrílega hermandad. No obstante, es también violento y cruel.
- La Comadrona (9) -curandera-, la más retorcidamente vil de los Siete Sacrílegos a excepción del Arzobispo. A diferencia de éste, no es muy inteligente y su vida ha sido un devenir de frustraciones, rencores y malas artes. Es la supervisora de los sacrílegos partos que tienen lugar en la Morada sacrílega. Una especie de grotesca y deforme matrona.
- El Confesor (15) -hechicero-, un bellaco indolente que conoce los miedos y pecados de la gente, y juega con ellos industriosamente. También domina la magia.
- El Escribano (13) -neuromante- es el bibliotecario, y el más culto de la impía cofradía. También conocido como el escribano vano. Un codicioso y torvo organismo demoníaco del que ni siquiera los Siete Sacrílegos se pueden fiar. Quizá el más consciente y cercano a lo humano de todos. No obstante, un hideputa indolente sin precedentes. También domina la magia.
- Todos moran en lo que otrora fuera el Thangbandgorthaur, morada de los Siete Sacrílegos.
Nótese que esta descripción es general, pero también puede ser modificada por el resultado de la partida jugada. El master de turno debe obviar lo segundo.